Thursday, February 7, 2019

El dulce regreso a la infancia

Este no es un blog de cine. Pensaba escribir mi próxima entrada sobre un pensador, pero acabo de hacer una experiencia maravillosa, un viaje entrañable. Acabo de ver la aclamada película Roma.
No he leído nada acerca de ella, no he visto aún las entrevistas a Cuarón. No sé nada sobre su producción, pero la he visto y me ha transportado. No solo a México, ni solo al año 71. La película capta y expresa magistralmente mil detalles de la época: los ambientes, los sonidos, los ruidos, los silencios... y hasta me atrevo a decir que los olores y sabores. Y junto a esa riqueza exterior, que recrea un mundo profundamente humano y lo rescata del olvido, una increíble superposición de mundos interiores: la infancia, la familia, la niñera, los juegos, el hogar. Y la calle y el barrio como un segundo hogar.
Me encanta que no aparezca la escuela. Ahora los niños frecuentan, desde muy pequeños, instituciones educativas que, con placebos psicológicos y pedagógicos, acortan y mutilan la verdadera infancia.
Alejandro Llano me enseñó que, en todos los libros de memorias (y Proust es buen ejemplo de ello) la mejor parte es la de la infancia. Como Cuarón, Llano también articula sus memorias de infancia (Olor a yerba seca) en torno a su niñera: la Tata.
El suelo de baldosas con que se abre la película, me recuerda cómo el Agustín de las Confesiones evocaba los juegos de luz y sombra en el piso de su casa. Yo también guardo, como un recuerdo indeleble y remoto, la imagen geométrica de los barrotes y cristales de una ventana, que el sol movía lentamente sobre un suelo de tablas sin pulir ni encerar. Aquella casa inolvidable se llamaba San Juan. En su lugar se alza hoy un edificio impersonal de oficinas y comercios.
Celebro que Cuarón no le haya puesto color a su película; eso la hace más real, más respetable, más natural: sin maquillaje, sin trucos. Profundamente humana. Bella. Magistral.
¡Gracias, Cuarón!
PS Advierto a mis amigos con niños pequeños, que alguna escena puede ser perturbadora.